1. Huellas eternas
En mis labios queda el último beso y el sabor amargo de la despedida, sólo me consuela aquella promesa, las huellas de tu amor nunca se borrarán.
Me invade la angustia y la nostalgia, siento amarte tanto con la distancia, y mi voz se quiebra diciendo tu nombre, como el eco triste de aquella montaña.
Vivo encadenado, atado a tu recuerdo, vives en mi mente, estás en mis versos, hasta en los caminos que juntos andamos encuentro las huellas que tus pies dejaron.
Cómo borrar de mi alma tantas páginas escritas, tantos besos y caricias, mil tragedias compartidas.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
Me invade la angustia y la nostalgia, siento amarte tanto con la distancia, y mi voz se quiebra diciendo tu nombre, como el eco triste de aquella montaña.
Vivo encadenado, atado a tu recuerdo, vives en mi mente, estás en mis versos, hasta en los caminos que juntos andamos encuentro las huellas que tus pies dejaron.
Cómo borrar de mi alma tantas páginas escritas, tantos besos y caricias, mil tragedias compartidas.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
2. Chofer aventurero
Conduciendo voy mi carro por las rutas del amor, mi destino son tus ojos, prenda de mi corazón, mi destino son tus labios, prenda de mi corazón.
Soy chofer aventurero muy sincero en el amor, por eso que en cada pueblo dejo herido un corazón.
Por las rutas de tu cuerpo yo quisiera conducir, son tus curvas mi universo, mi horizonte y porvenir, son tus curvas mi universo que a veces me hacen sufrir.
La neblina y el mal tiempo ha apañado el parabrisas, pero la luz de tu imagen es lo que me lleva a prisa.
Señorita pasajera no distraiga al conductor, quiero llegar a una cita con la dueña de mi amor.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
Conduciendo voy mi carro por las rutas del amor, mi destino son tus ojos, prenda de mi corazón, mi destino son tus labios, prenda de mi corazón.
Soy chofer aventurero muy sincero en el amor, por eso que en cada pueblo dejo herido un corazón.
Por las rutas de tu cuerpo yo quisiera conducir, son tus curvas mi universo, mi horizonte y porvenir, son tus curvas mi universo que a veces me hacen sufrir.
La neblina y el mal tiempo ha apañado el parabrisas, pero la luz de tu imagen es lo que me lleva a prisa.
Señorita pasajera no distraiga al conductor, quiero llegar a una cita con la dueña de mi amor.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
3. La tonada del compadre
Añorando el pueblo donde yo nací y la dulce vida de mi juventud, vuelvo a mis andadas y quiero cantar esta tonadita que te hará gozar.
Agarren mi poncho, me armé de valor, con ese traguito que brindan aquí, una linda china mirándome está, todita la noche la haré zapatear.
Desde Bambamarca la gente ha llegado trayendo en su alforja plata del ganado, mi compadre Sheba/Vicho picadito está, plata del negocio la terminará.
Suelten avellanas la fiesta empezó y denle su copa a los que han llegado, gocemos la fiesta del Patrón San Juan ahora en la noche, mañana y pasado.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
Agarren mi poncho, me armé de valor, con ese traguito que brindan aquí, una linda china mirándome está, todita la noche la haré zapatear.
Desde Bambamarca la gente ha llegado trayendo en su alforja plata del ganado, mi compadre Sheba/Vicho picadito está, plata del negocio la terminará.
Suelten avellanas la fiesta empezó y denle su copa a los que han llegado, gocemos la fiesta del Patrón San Juan ahora en la noche, mañana y pasado.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
4. Sierra morena
Yo nací en la sierra, en una sierra morena. Yo nací en la sierra, bajo un cielo azul y claro, y mi pecho vibra cuando canto un lindo huayno, por doquier yo digo: yo soy cholo y bien peruano.
Mi casa es de teja rodeada de eucaliptos, de verdes maizales, de potreros y rebaños y en sus manantiales brotan aguas cristalinas.
Con orgullo canto a mi patria y mi bandera; a sus nobles hombres que por ofensa son fieras, a sus lindas mujeres que son flor de primavera.
Cuando yo me muera que me entierren en la sierra y escriban mis versos en las hojas de las pencas y sus magueyales han de ser mi cruz eterna.
Me gusta usar sombrero de palma ribeteado, un buen poncho en el invierno, mi revólver bien cargado. Cuando mi alazán relincha está muy bien herrajeado, por ahí tengo un desafío dizque por enamorado.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
Mi casa es de teja rodeada de eucaliptos, de verdes maizales, de potreros y rebaños y en sus manantiales brotan aguas cristalinas.
Con orgullo canto a mi patria y mi bandera; a sus nobles hombres que por ofensa son fieras, a sus lindas mujeres que son flor de primavera.
Cuando yo me muera que me entierren en la sierra y escriban mis versos en las hojas de las pencas y sus magueyales han de ser mi cruz eterna.
Me gusta usar sombrero de palma ribeteado, un buen poncho en el invierno, mi revólver bien cargado. Cuando mi alazán relincha está muy bien herrajeado, por ahí tengo un desafío dizque por enamorado.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
5. Bella Bambamarca
En el norte de mi patria hay una bella comarca pendiente en una llanura el pueblo de Bambamarca.
Del mirador La Cruz Verde a la distancia se ve el Cerro Perfil de Cristo, San Antonio y La Camaca.
En el canto de las aves, en el néctar de las flores, te llegarán mis canciones Negrita de mis amores.
Celosas guardan tus ruinas la cultura de un pasado, Arascorgue y Bella Vista, con sus diez mil ventanillas. La capilla de Chulipampa del tiempo de la colonia, hermoso valle llaucano con sus aguas cristalinas.
Compositor: Porfirio Vásquez Hernández
Del mirador La Cruz Verde a la distancia se ve el Cerro Perfil de Cristo, San Antonio y La Camaca.
En el canto de las aves, en el néctar de las flores, te llegarán mis canciones Negrita de mis amores.
Celosas guardan tus ruinas la cultura de un pasado, Arascorgue y Bella Vista, con sus diez mil ventanillas. La capilla de Chulipampa del tiempo de la colonia, hermoso valle llaucano con sus aguas cristalinas.
Compositor: Porfirio Vásquez Hernández
6. Glorioso Hualgayoc
Glorioso pueblo de Hualgayoc eres prodigio de Cajamarca. Tu suelo emana oro y plata, rico tesoro hay en los andes, y tus mujeres son tan bonitas como tus aguas que dan la vida.
Linda provincia Collar de Plata, así es la tierra que tanto quiero. Por las mañanas el sol radiante brinda sus rayos de esperanza. Sus verdes campos son el encanto como los ojos de mi serrana.
Desde aquel día de mi partida siempre te añoro tierra querida. Noches serenas de luna clara, días de invierno, limpio aguacero. Cuando en tus lares enamorado, quemado en brisa de amor eterno.
Dejaré huellas eternas en letra de esta canción, para que todos la canten con amor a Hualgayoc. Cuando recoja mis pasos sólo le pido a Dios, bendiga la tierra mía y le dé su protección.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
Linda provincia Collar de Plata, así es la tierra que tanto quiero. Por las mañanas el sol radiante brinda sus rayos de esperanza. Sus verdes campos son el encanto como los ojos de mi serrana.
Desde aquel día de mi partida siempre te añoro tierra querida. Noches serenas de luna clara, días de invierno, limpio aguacero. Cuando en tus lares enamorado, quemado en brisa de amor eterno.
Dejaré huellas eternas en letra de esta canción, para que todos la canten con amor a Hualgayoc. Cuando recoja mis pasos sólo le pido a Dios, bendiga la tierra mía y le dé su protección.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
7. ¡Qué tiempos aquellos!
Volverás a aquellos parajes donde abrazaditos hablamos de amores, un fuerte suspiro saldrá de tu pecho, tal vez sin quererlo pronuncies mi nombre, te pido no sufras, te ruego no llores, el destino quiso que estemos tan lejos.
Sentirás una suave brisa que besa tus labios y eleva tu pelo, dirás esos días qué tiempos aquellos, sólo mi recuerdo será tu consuelo.
Volverás a orillas del río a preguntarle por nuestro cariño, un suave murmullo te dirá al oído: amor de mi vida, yo nunca te olvido.
Aquella paloma en su canto te dice las quejas de mi alma, la lluvia que cae es mi llanto, lágrimas del hombre que te ama.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
Sentirás una suave brisa que besa tus labios y eleva tu pelo, dirás esos días qué tiempos aquellos, sólo mi recuerdo será tu consuelo.
Volverás a orillas del río a preguntarle por nuestro cariño, un suave murmullo te dirá al oído: amor de mi vida, yo nunca te olvido.
Aquella paloma en su canto te dice las quejas de mi alma, la lluvia que cae es mi llanto, lágrimas del hombre que te ama.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
8. Camino de mis recuerdos
Caminito de La Curva, carretera a Hualgayoc, en verano polvoriento y en invierno lluvia y barro.
Hoy que vuelvo a recorrerte y contemplo con nostalgia aquellas horas felices que en su pecho reposaba.
Ahora todo es cuán distinto, mis amigos se han marchado, ya no existe el cantinero que nos despachaba el trago.
Qué será de aquella chica que inquietaba el sueño mío, su fragancia se ha olvidado en la hierba del camino.
Borrachito en las cantinas, paso los fines de semana, en Hualgayoc, en Bambamarca o quizás en La Encañada.
Tal vez ausente, lejos, muy lejos, mucho más me vale. No llores madre deja que el tiempo cure bien mis males.
Compositor: Alfonso y Porfirio Vásquez Hernández
Hoy que vuelvo a recorrerte y contemplo con nostalgia aquellas horas felices que en su pecho reposaba.
Ahora todo es cuán distinto, mis amigos se han marchado, ya no existe el cantinero que nos despachaba el trago.
Qué será de aquella chica que inquietaba el sueño mío, su fragancia se ha olvidado en la hierba del camino.
Borrachito en las cantinas, paso los fines de semana, en Hualgayoc, en Bambamarca o quizás en La Encañada.
Tal vez ausente, lejos, muy lejos, mucho más me vale. No llores madre deja que el tiempo cure bien mis males.
Compositor: Alfonso y Porfirio Vásquez Hernández
9. El buen chalán
Ya llegó el que anunciándolo estabas, salud compadre y no la hagas tan larga, traigo dinero para derrocharlo, cabalgo mi buen caballo de paso y buen revólver también por si acaso.
Por un falso amor yo nunca suspiro, tampoco pierdo el color de la cara. Yo soy como el gallo fino compadre, que no le teme a la muerte ni a nada, y canta donde se le entra la gana.
Si eres amigo franco y derecho, ¡salud! ¡Salud! Y con gusto brindemos; como amigo soy sincero y correcto, cuando me ofenden soy rival eterno.
Mi caballito está hambriento, negrita, lo malo que no come cualquier hierba, a mi caballo le gustan las flores, a su dueño le gustan tus amores.
Ni te achiques ni te alargues, lo que les digo es muy cierto: la tierra de donde provengo es Cajamarca, compadre.
El día que yo me muera no voy a llevarme nada, hay que darle gusto al gusto que la vida pronto acaba.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
Por un falso amor yo nunca suspiro, tampoco pierdo el color de la cara. Yo soy como el gallo fino compadre, que no le teme a la muerte ni a nada, y canta donde se le entra la gana.
Si eres amigo franco y derecho, ¡salud! ¡Salud! Y con gusto brindemos; como amigo soy sincero y correcto, cuando me ofenden soy rival eterno.
Mi caballito está hambriento, negrita, lo malo que no come cualquier hierba, a mi caballo le gustan las flores, a su dueño le gustan tus amores.
Ni te achiques ni te alargues, lo que les digo es muy cierto: la tierra de donde provengo es Cajamarca, compadre.
El día que yo me muera no voy a llevarme nada, hay que darle gusto al gusto que la vida pronto acaba.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
10. La esperanza de mi pueblo
Cuál será el porvenir de nuestros hijos, si de herencia le dejamos la pobreza. La niñez que es la esperanza del mañana, no sonríe y se marchita de tristeza.
Nuestra patria cada día más ajena, empeñada a los amos extranjeros, y teniendo una riqueza incomparable nos convierten sólo en cholos pordioseros.
Tantos años de esperanzas y promesas, nos conforman con cambiar nuestro destino, pero el hambre la injusticia y tanta ofensa, nos obligan a buscar otros caminos.
Si los pobres no tenemos qué perder, luchemos hasta alcanzar la justicia, que lo sepan los corruptos del poder, que a un pueblo unido tendrán que responder.
Compositor: Derechos reservados.
Arreglo: Porfirio Vásquez Hernández
11. Juramento de amor
Nuestra patria cada día más ajena, empeñada a los amos extranjeros, y teniendo una riqueza incomparable nos convierten sólo en cholos pordioseros.
Tantos años de esperanzas y promesas, nos conforman con cambiar nuestro destino, pero el hambre la injusticia y tanta ofensa, nos obligan a buscar otros caminos.
Si los pobres no tenemos qué perder, luchemos hasta alcanzar la justicia, que lo sepan los corruptos del poder, que a un pueblo unido tendrán que responder.
Compositor: Derechos reservados.
Arreglo: Porfirio Vásquez Hernández
11. Juramento de amor
En las orillas de un rio, sobre la arena caliente, hicimos un juramento de amarnos eternamente.
Levántate, vida mía, que dormida no estarás. El que suspirando canta es porque te ama de verdad.
Las estrellas en el cielo alumbran con más fulgor. Las miradas de tus ojos cautivan mi corazón.
Tus ojazos hechiceros me hacen tanto delirar, no cierres tus lindos ojos, mi vida se va acabar.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
Levántate, vida mía, que dormida no estarás. El que suspirando canta es porque te ama de verdad.
Las estrellas en el cielo alumbran con más fulgor. Las miradas de tus ojos cautivan mi corazón.
Tus ojazos hechiceros me hacen tanto delirar, no cierres tus lindos ojos, mi vida se va acabar.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
12. Dulce ausencia
Hola mi amor, ¿qué tal? Qué hermoso volver a verte. Hola mi dulce amor, qué lindo es volver a verte. He contado los minutos que ausente estuve de ti, he contado los segundos pero al fin ya estoy aquí.
Hola mi amor ¿qué tal? Me muero por estrecharte. Hola mi dulce amor, qué deseos de tenerte. Necesitaba tus besos, me hacía falta tu amor, me hacía falta tu aliento para volver a vivir.
Sin tu amor no soy feliz, sin tu amor he de morir.
Compositor: Edwin Montoya
Hola mi amor ¿qué tal? Me muero por estrecharte. Hola mi dulce amor, qué deseos de tenerte. Necesitaba tus besos, me hacía falta tu amor, me hacía falta tu aliento para volver a vivir.
Sin tu amor no soy feliz, sin tu amor he de morir.
Compositor: Edwin Montoya
13. Tres amores
Tres amores que adoré con una pasión sincera. El primer amor mi madre, la segunda es mi tierra, la tercera fuiste tú, linda flor de primavera.
El primer amor perdí siendo un niño todavía. A mi tierra la dejé yendo en busca de la vida. La tercera se marchó cuando en desgracia caía.
De mi madre guardaré sus recuerdos con ternura, añorando voy la tierra que me vio nacer un día, a tu amor no olvidaré, en mi corazón perdura.
Los sauces de aquel lugar donde tu nombre grabé, me ayudaron a llorar cuando tu amor mencioné.
Como las aguas del río así yo quisiera ser, perderme entre los mares, jamás y nunca volver.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
El primer amor perdí siendo un niño todavía. A mi tierra la dejé yendo en busca de la vida. La tercera se marchó cuando en desgracia caía.
De mi madre guardaré sus recuerdos con ternura, añorando voy la tierra que me vio nacer un día, a tu amor no olvidaré, en mi corazón perdura.
Los sauces de aquel lugar donde tu nombre grabé, me ayudaron a llorar cuando tu amor mencioné.
Como las aguas del río así yo quisiera ser, perderme entre los mares, jamás y nunca volver.
Compositor: Alfonso Vásquez Hernández
14. Lágrimas de un hombre
Te vas por un momento, te vas diciendo que vuelves, que vuelves pronto a quererme más. Te vas y yo presiento que aquí se acaba todo, que tú a mi vida no volverás.
Qué triste agonía tener que olvidarte queriéndote así. Qué suerte la mía después de una pena volver a sufrir. Qué triste agonía estar tan perdido y volver a perder. Qué suerte la mía estar tan caído y volver a caer.
Amor, amor, amor sagrado, así me juraste ante una Virgen, ante un altar. Saliste igual que la otra, juraste tantas cosas, y al verme herido también te vas.
Arreglos: Alfonso Vásquez Hernández
Qué triste agonía tener que olvidarte queriéndote así. Qué suerte la mía después de una pena volver a sufrir. Qué triste agonía estar tan perdido y volver a perder. Qué suerte la mía estar tan caído y volver a caer.
Amor, amor, amor sagrado, así me juraste ante una Virgen, ante un altar. Saliste igual que la otra, juraste tantas cosas, y al verme herido también te vas.
Arreglos: Alfonso Vásquez Hernández
15. La soledad del pajonal
La soledad del pajonal al corazón se iguala, desde aquel día en que mi huambrita se fue volando. ¿para dónde marcharía? Esa huambrita cuándo volverá.
Han pasado ya seis cosechas y en el campo sólo hay rastrojos, con su partida me ha dejado en el pecho sólo abrojos. Ya las ramas de los sauces se inclinaron hacia el río, esa longuita cuándo volverá.
Compositor: Derechos reservados
Han pasado ya seis cosechas y en el campo sólo hay rastrojos, con su partida me ha dejado en el pecho sólo abrojos. Ya las ramas de los sauces se inclinaron hacia el río, esa longuita cuándo volverá.
Compositor: Derechos reservados
Canciones de los Hnos. Vásquez Hernández, el Dúo Huracán. Prohibida su copia o reproducción parcial. Todos los derechos reservados. Lima, 13 de febrero del 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario